lunes, 11 de marzo de 2019

¿Cómo has acabado aquí?

"Solías envolverte en cuentos de hadas como si de una manta se tratase. Pero el frío te encantaba, escalofríos al descubrir los cadáveres de las mujeres de Barba Azul. Piel de gallina mientras el Príncipe azul deslizaba el zapato de cristal por tus deditos: "talla perfecta". En el patio, las auténticas princesas flotaban con los vientos de otoño. Viste el abismo entre las niñas ricas y tú, y juraste dejar de creer en los cuentos de hadas. Pero las historias subyacían en ti, tan profundas como el veneno. Si el príncipe azul era real, si podías salvarte, necesitabas que te salvara de la injusticia de todo. ¿cuando llegaría? la respuesta fue un gesto de desdén en cien fugaces momentos: El desprecio en la cara de Steve Smith al llamarte "puta" y "zorra" por no querer besarte con él; la mano del tío Jeff pellizcándote el culo en la cocina; la acusación en los ojos de tu padre cuando le contaste lo que había pasado.  
De todos los chicos disfrazados de hombres que entraron en tu cuerpo y tu corazón, aprendiste que no tenías esa magia que convierte a las bestias en príncipes. Te rodeaste de las chicas con las que siempre habías estado resentida, deseando compartir su poder y te odiaste a ti misma. -Y aquello te minó aún más.- Justo cuando pensaste en desaparecer, él te vió. Y pensaste que era demasiado bueno para ser cierto, pero te dejaste arrastrar porque él era el primero en poder levantarte. 
Ahora, en su castillo, entiendes que el principe azul y Barba Azul son el mismo hombre. Y no tendrás un final feliz a menos que les ames a los dos. ¿No querías esto? Ser amada. ¿No querías que te coronasen? ¿No pediste esto? ¡¿No pediste esto?! ¡¿No pediste esto?! Así que di que puedes vivir así, di gracias, di cualquier cosa, menos la verdad.  
¿Y si no puedes corresponderle?".

martes, 5 de septiembre de 2017

Un dialogo de una casi muerta.

-Hola- dice seca y sin ánimo- En este vídeo os expongo a todos vosotros que estoy bien. No me he vuelto loca, no he tenido problemas. Mi vida es común a las vuestras y tanto es el significado de éstas, el fin de las mismas, la muerte, que he decidido adelantar el suceso. Porque para mi la vida carece de morbo, es todo tristeza, pobreza del alma e insignificancia. No, no soy pesimista. Y tampoco estoy deprimida. Repito, estoy bien. Por eso mismo, por el hecho de estar bien, de saber que la vida tiene un final, que todos morimos, que sufrimos a lo largo de ésta para ser olvidados, para ser nadie... y quizás, y solo quizás hay una pequeña posibilidad de que durante un breve periodo de tiempo, seas alguien para unas pocas excepciones y les lastime tu pérdida.
Nos consumimos con el tiempo, de igual modo que un cigarrillo. Nos apagamos[...]

Vivimos en la incertidumbre de qué pasará mañana, nos limitamos por lo que somos hoy a causa de lo que fuimos ayer. Y me pregunto, ¿ Dónde y cuándo aparece la razón por la cual debes vivir? Quizás cuando descubrimos el miedo a nuestro predistinado final, la muerte?

Hoy vengo a decir que estoy bien, que no habrá tragedia alguna para nadie como resultado de mi muerte, que es lo que menos deseo para los que decidieron quedarse cerca mía. Que mi final se debe a la carencia de sentido que le veo a la vida, quizás por la insignificancia que somos comparado con el Universo o tal vez por la corrupta sociedad.

Sé que mis actos repercutirán en mi familia, que los pobres no tienen la culpa de nada y siempre llevan disgustos y decepciones por mi culpa,pero también así, dejarán de haber dichos disgustos más que el fin último de mi vida, quizás quieran creer ellos mismos que preferirían mil disgustos a mi muerte, pero en el fondo de su alma, y por mal visto que se vea en la sociedad, se sentirán aliviados, despreocupados, menos limitados. Porque todos nos limitan a ser lo que somos y solo acabamos libres con la muerte, porque sólo en la muerte por contrario que parezca, se haya la paz absoluta del cuerpo y alma.


jueves, 22 de junio de 2017

Reflexión en la noche

Era una noche de verano, pero no una noche cualquiera. Era de esas en las que ella se escapaba de casa en la madrugada para tumbarse en el prado a la luz de las estrellas. Era de esas noches en las que trataba de que su mente y cuerpo se relajaran y tomaran consciencia de la realidad. Pero, ¿Qué realidad exactamente? ¿Cuál era la realidad que la rodeaba? A veces era difícil ser objetivo y no dejarse llevar por los sentimientos o los deseos. 
Hacía una noche perfecta. Había un intenso olor a césped recién cortado, las estrellas brillaban, los grillos cantaban y se escuchaba a lo lejos ladrido de los perros y el ruido de los coches de cuando en vez.  Sentía como si no estuviese en este mundo. Y es que en ocasiones, la mente humana puede llegar a ser tan compleja como para sentir que no perteneces a una sociedad, a un mundo lleno de egoísmo, placeres carnales y beneficios propios. Ella tan sólo procuraba darle sentido a su vida. Encontrarse a ella misma y conocerse en la penumbra de aquel campo. Procuraba entender porqué ha vivido de esa manera su vida y qué es lo que le esperaba en un futuro. Había cambiado tanto en aquellos años que apenas sabía quién era. Quería dejar de ser la niña a la que cualquiera podría engañarla con un poco de astucia para convertirse en una mujer que fuera siempre con un paso por delante en cualquier situación, que supiera comportarse debidamente sin importar qué o quién se interpusiera en su camino. Había tantas cosas en las que quería pensar que no le ponía orden en su cabeza. Su familia, sus amigos, su situación sentimental, su futuro... Todos aquellos pensamientos rondaban por su cabeza intermitentemente .  Buscaba una solución a su vida, o quizás un porqué a todas aquellas preguntas que se formulaba en la soledad de la noche. Aunque la soledad no era un problema para ella. Le gustaba estar sola más de lo que a la gente se acostumbra a estar. Buscaba tiempo para ella y sus pensamientos en cualquier rincón de la ciudad. Bueno, más que pensar diría en fantasear. Adoraba fantasear con todo tipo de situaciones: "cómo sería su vida si..." 
Analizaba el comportamiento de las personas que le rodeaba como si realmente entendiese de esos aspectos. Trataba de conocer el porqué cada persona era como era y no de otra forma. Porqué uno es mentiroso, o tímido, o mujeriego. Porqué hay personas que se inventan su propia vida para parecer más interesante o porqué la gente llega a hacer cosas que uno no se habría ni imaginado. Pero todo esto va más allá que una simple respuesta. Y es que para entenderlo, necesitaría vivir la totalidad de su vida. Porque no vale conocer "todos" los aspectos de la vida de alguien para lograr entender su comportamiento. Siempre existen pequeñas mentiras o secretos que se ocultan porque no acabas de aceptar quien eres. Porque sabes que si el resto del mundo las conociera, te mirarían con otros ojos. Y lo último que necesitas es que te traten diferente.<< A veces tan solo buscamos sentirnos uno más.>> Pero ella no quería sentir esa necesidad. Quería encontrar la forma de ser ella misma sin sentir la necesidad de la compañía de alguien, o de pertenecer a un grupo.
Su pensar se divagaba como las ramas de un árbol, un árbol que todavía no consiguió florecer porque, ¿quién conoce la razón por la que cada uno de nosotros estamos donde estamos aquí hoy? ¿Es el azar, el destino o quizás algo mucho más complejo que el razonamiento humano no consiguió averiguar todavía?
Ella reconoció que no era el momento para encontrar una respuesta a la inmensidad de sus preguntas y que, quizás, sólo quizás, el tiempo se las daría. Así que se recostó sobre el césped fresco y frío, apuntó su mirada a aquellas brillantes estrellas y respiró profundamente. Poco a poco, los músculos de su cuerpo comenzaron a relajarse, su piel se erizaba por el frescor de aquella noche y el latido de su corazón bombeaba en calma después de mucho tiempo. Y, de repente, apareció la luna de entre las nubes. Grande y llena. Bonita, brillante y sola... como ella.



sábado, 14 de enero de 2017

Asesina(da) .

Noto cómo el latido se aferra fuerte a mi pecho, cómo mil voces tratan de guiarme, esos espasmos en las piernas, esa tensión en mi boca al cerrarla ...Noto esa necesidad de escaparme. He sido la persona más cobarde que ella a conocido, he sido el mal sueño de un padre, he sido la peor pesadilla para quien creía amarme.
Se escuchan las ramas de los árboles romper y su respiración acelerada, ella corre mientras voy a buscarla. Querida, conozco este lugar mejor que tu a ti misma, conozco cada paso que vas a dar antes de que pienses en darlo, conozco y sé, que cuando te atrape quedarás inmóvil. Muerta, antes de que pueda yo alcanzar ese placer de hacerlo. El miedo se apodera de tu cuerpo y terminas en el suelo, temblando y suplicándome que no te haga daño. Pero tu misma te lo has buscado. Interrumpiste mi sueño y quisiste jugar. Sabes que solo hay una ganadora, y me temo querida, que hoy te ha tocado perder. 
En ese mismo instante alcé mis manos sobre su cuello, estrangulándola lentamente, interrumpiendo  el acto varias veces para darle esperanzas de sobrevivir, hasta que por fin, se rinde y deja de luchar contra mi. Deja de luchar contra ella misma y sus ansias de vivir. 
La poso en el suelo con cuidado, y me alejo del lugar. Ahora nadie se sentirá cómplice de aquellas miradas, nadie la llamará en la noche esperando escuchar su tierna voz antes de acostarse. Tampoco sentirán el placer de que le dedique una de sus sonrisas. 
Así, los pensamientos se evaporizaban cuanto más me alejaba. Había fingido todo cuando estaba con ella, la había visto en su totalidad, la llegué a conocer mejor que ella misma y así, conseguí que se paralizara cuando quise acabar con esto. Planeado desde el principio quise lastimarla, supe quien era y con eso  bastaba. Manipulada hasta el momento de su muerte. Ella creyó estar jugando conmigo y yo la dejé creer que lo hacía.

  

sábado, 1 de octubre de 2016

Mi esencia.

<<Soy la princesa mala de todos los cuentos. Soy el efecto de una explosión. Y por donde paso me llevo con todo, me lo traigo conmigo hasta las cenizas. Soy la que pone "peros" y nunca hay un final feliz. La atracción y devoción por todo lo prohibido, aquella a la que le encantan ser vil. Una desafiante perdición, aunque más perdida estaba yo. Soy la esencia y pureza del pecado. Soy un principio sin final, una cuerda loca sin atar. Soy de hielo y  piedra.>>
En esta historia que te quiero narrar, contaré la verdad y nada más que la verdad. Y es que en el inicio de mi ser me estremecí en llanto. Comencé a crecer y luché contra monstruos y los miedos más profundos. Con el tiempo aprendí a caminar despacio, a no necesitar tener a nadie de la mano. Éste es mi camino y sola yo me lo trazo. De tantas desdichas e impactos  me convertí cual mariposa, transformándome en alguien que nadie diría que algún día fui. Soy como el despertar de un mal sueño, la sensación que recorre tu cuerpo entre escalofríos y un golpe de realidad. Soy la piedra de un rebelde sin tirar. Soy el bien pero sobre todo el mal.  Soy la atracción por lo prohibido, una desafiante perdición. Soy el pecado en pura esencia, la agonía de tu presencia.  
Y qué peor, que mostrar ser mejor. Y qué peor que demostrar quien no soy. Dulce niña, de amabilidad trato, con odiosa ternura y un buen retrato. Ni que decir de cómo hablo, no tengo que alzar la voz mas con una mirada lo hago. Tengo duendes, tengo sapos. Tengo ideas en la cabeza y malgasto el tabaco. Adoro la noche y lo oscuro. Lo perdido, lo que nadie quiere, el otro lado. Soy la mirada de un loco, alguien atrapado en su locura. Una pedida de ayuda, un grito de salvación, una felicidad olvida llena de amor. Amor que desgasta y pierde la razon al tiempo que se consume en olvido.

Juego con fuego y adoro quemarme, juego a ver cuánto aguanto quemándome. A ver cuán fuerte soy, a ver cuánto llego tan abajo. Y definitamente, me conveirto en fuego. Y como fenix renazco de entre las cenizas de mi propio pasado.  Me convierto en tornado, en volcán en erupción. Alcanzo el cielo, jugando por lo alto. Bendito el aire que sopla  y te azota, ése que te deja sin respirar y escuchas en la cabeza los latidos bombear. Como se acelera y el caos del miedo llega. Esa sensación de todo y de vacío. De supervivencia, un grito desde el silencio. Y pronuncian excusas baratas en unos oídos sordos. Banidas palabras, intentos reflejos de antiguos recuerdos. Tristes finales para buenos comienzos.


viernes, 16 de septiembre de 2016

Mi viaje.

Soy el sol que atardece, el último rayo antes de la oscuridad. La esperanza a tu vida, el amor que nunca tendrás. Me siento y reflexiono, recuerdo lo que hemos vivido, me parte el alma sostenerme con un solo suspiro. Pero así es la vida, cada uno sigue su camino, tu te perdiste en el tuyo, pero yo no en el mío. Sé lo que quiero, a mi lado y en un futuro. Tengo metas, sueños y un pasado duro. No estoy dispuesta a frenarme, no habrá nadie que me pare en mi camino. Y es que, he tenido tantos obstáculos, que mis rodillas son de piedra y mi corazón es puro frío. Y yo entiendo tu lugar, entiendo lo que te faltó y lo que no te pude dar. Comprendo cada parte y cada aliento, comprendo ese vacío tuyo dentro. Quizás sean las ganas de volar, quizás sea el miedo a enamorarte de alguien que no es capaz de amar.
A cada noche y entre suspiros, emergen los recuerdos que tu y yo hemos tenido. Pero yo misma me obligo a olvidarte, porque algo como amar tendría que ser mucho más fácil.. Y aunque te duela y pienses diferente, aunque me odies por no estar al frente. Sé que habrá alguien ideal para ti, con la que serás feliz y juntos compartiréis el amor por vivir. Que a cada mañana te llame "amor" y en la noche te lo haga sin control...
Y en cuanto a mi, quisiera viajar, formarme y trabajar. Quisiera dedicarme mi tiempo, y quizás en un futuro, compartirlo con alguien más. Pero no es el momento ni el lugar. Ésta es mi hora y la voy a aprovechar.

                               

domingo, 1 de febrero de 2015

Aquel amor no vivido

Tendía a cerrar los ojos cada vez que sus manos rozaban con las mías, tendía a besar y añorar el recuerdo que nunca ha existido. Cada noche, con cada estrella, alumbrando en la más intensa oscuridad, lograban dar esperanza a mi consuelo por su ausencia. Mirando al cielo me pasé el verano, mirando al cielo, suspiré. Quería tenerlo entre mis brazos y sentirlo mío, y mas quería no sufrir por un amor no vivido. Pero hoy se hace inevitable echar de menos lo que no ha sido mío, inevitable el dolor de aquel amor no vivido.
Contenía el llanto y enmascaraba aquellos ojos tristes que solían mirarte. Contuve las ganas de besarte, de llamarte y, contarte quien fuiste para mi. Y yo, yo quise olvidarte. Quise no quererte y mas quise abrazarte. 
Y... llegó la desesperación, no salías de mi cabeza y tampoco de mi corazón. Traté de liberarme de ti pero acabé sumiéndome en lo más profundo de aquel sueño. Y tan anclada estaba a aquello que no fui capaz de despertarme. Y fue así como la muerte fue la única capaz de concederme el olvido. Un olvido absoluto, quedándome en nada, en vacío... en muerte.



sábado, 17 de enero de 2015

Y yo quiero amarte- Malaci

"Tengo una gran lista de defectos, mi amor, un pasado que me sigue jodiendo, un terrible miedo al rechazo, un psique maleducada que saca los mecanismos de defensa cuando no debe, una sed de cariño que nadie antes de ti había saciado. Camino lento, precavida, pero mi mente se adelanta y me arruina todas las jugadas. Sin embargo, te expongo lo que soy. Para que lo conozcas, para que sepas a lo que te enfrentas. Obviamente con miedo. Pero el que no arriesga no gana- o no pierde-  no ama  -ni aprende-, y yo quiero amarte. "


Malaci



jueves, 11 de septiembre de 2014

Sumergida en lo utópico.

Ahí estábamos los dos, sumergidos bajo el agua, donde nadie nos podía encontrar, donde nadie podía saber de nosotros. Nuestro secreto estaba a salvo y nuestras miradas nos delataba. Una sonrisa mía, una caricia suya... cualquier gesto era cómplice. Y yo, deseaba fugarme, fugarme a un lugar muy lejos, donde las las locuras estuvieran permitidas y donde no me tuviera que esconder. Donde la noche se hiciera eterna y la distancia entre él y yo no existiera. Donde el olvido del tiempo dominara nuestros mundos y solo importara divertirse a la luz de las estrellas...
Él y yo teníamos un acuerdo, nada de sentimientos. Pero a medida que nos conocíamos temía en poder incumplir esa promesa, lo sentía como algo inevitable que, a su vez, no quería que sucediera. Cada día, parecía que iba un paso más adelantada que él y el miedo me acorralaba por momentos. Lo curioso es que ese miedo se esfumaba entre sus brazos, con sus besos, con cada palabra. Y empecé a pensar en cómo sería, en cuántos besos le daría sin importar miradas furtivas. Empecé a soñar bajo sueños profundos de un mismo sueño. Quería despertar, dejar de ser infantil y volver a la realidad. Pero en los sueños no se distingue la realidad de la ilusión, la verdad, del engaño. Por esa extraña razón, por ser tan mágico e incomprensible, decidí quedarme en mi sueño. Allí no existe el tiempo. Allí no existen los imposibles.



sábado, 28 de junio de 2014

Magia pasional

Una voz suave, un poco muda, me susurraba al oído. Tendía a cerrar los ojos cuando lo hacia para sentirla dentro de mi mente, penetrando fuerte aquellas palabras dóciles que salían de esa boca tan tierna. Tan tierna, como su mirada. Pequeña y tímida. Ella, con su habla, desnudaba mi pensamiento. Me sonreía y sentía la necesidad de acercarme cada tres segundos.
Me mordía las ganas de confesar mi sentimiento, de compartir algún sueño imposible, y que sea nuestro. Nuestro, el momento. Nuestro, el recuerdo. Nuestro... este amor intenso.
Y las palabras desaparecían entre alientos, solo quedaba el roce de nuestro labios, delicado y lento. La pasión no dejaba consumirse, y mientras tanto, nuestras manos se entrelazaban como una intensa caricia. Una luz tenue y débil me permitía ver su figura, esa silueta que me recuerda siempre a las más bellas artes.
Un delirio desmesurado se apoderó de mi, e inevitablemente me tendí sobre su cuerpo. Y poco a poco, el deseo también se adueñó de ella. El tiempo dejó de existir. La realidad y el resto del mundo se fugaron. [...]

Aquella noche, el roce de sus labios fue la mayor magia de la que fui victima. Inimaginable, como aquel sueño que parecía imposible.